Ágata – Trilogías – Interiorismo

Por fin ha salido el sol en Madrid, después de demasiados días en mi laboratorio dándole vueltas a catálogos de telas para poner en casa de un cliente y viendo a señoras por la ventana pasar con perros pequeños vestidos con chubasqueros.

Juanito y yo decidimos salir a dar una vuelta hasta la heladería Rocambolesc, en Serrano. Este día soleado pero lleno de charcos había que celebrarlo. Su parte más impulsiva y cineasta sale a la luz cuando ve un polo de Darth Vader y se lo pide, únicamente guiado por su estética, sin pararse a pensar a qué diablos podría saber un helado negro. Yo, en cambio, me decanto por una suculenta tarrina de fresa a la que añado una guinda en su cima.